¿Preparados?
La leyenda de Milenka Cubillos
LA
CALZADA DE LOS GIGANTES (GIANT’S CAUSEWAY)
Cuenta la
leyenda celta que una vez existieron dos gigantes; Finn MacCool, que habitaba
en tierras irlandesas y Benandonner, un gigante escocés. Tal era la rivalidad
entre ellos aunque nunca se hubieran visto, que un día Finn decidió construir
una calzada hecha a su medida para, por fin, enfrentarse con su enemigo y
demostrar quién era el más fuerte. Así fue colocando prismas hexagonales sobre
el mar uniendo las costas irlandesas y escocesas. Cuando el camino estuvo
listo, el gigante MacCool cruzó el mar, pero en cuanto vio la enorme figura de
Bernadonner, asustado, regresó a Irlanda antes de ser visto.
Fue entonces el
turno del gigante escocés, que aprovechó la calzada para ir a pelear contra
MacCool. Éste, sin saber que hacer, pidió ayuda a su mujer, Oonagh, que urdió
una estratagema para evitar la contienda; disfrazó a su marido de bebé y lo
metió en una cuna. A la llegada de Bernadonner, Oonagh le invitó amablemente a
pasar y le ofreció una taza de té, advirtiéndole que no despertara al bebé.
Cuando Bernadonner vio las inmensas proporciones del bebé, decidió escapar, pues
creyó que el padre sería mucho mayor y más fuerte, por lo que no tendría nada
que hacer si se enfrentaba al gigante irlandés. De regreso a Escocia,
Bernadonner destruyó la calzada, de la que solo se conservan el principio y el
final, para que MacCool no pudiera seguirle.
La Calzada de
los Gigantes se encuentra ubicada en el condado de Antrim, en Irlanda del
Norte.








